Esta fue, sin duda, la mejor experiencia de baño de sonido que he tenido. Conan creó algo realmente especial... una velada que se sentía a la vez arraigada y de otro mundo. Llevó a nuestro grupo al lugar más mágico y aislado dentro del Parque Nacional Joshua Tree, donde el silencio del desierto se encontró con el sonido de sus instrumentos bajo una manta de estrellas.
Todo estaba muy bien preparado... desde las esterillas limpias y cómodas y las mantas acogedoras que proporcionó, hasta el cuidado y la intención que puso en cada nota. Mientras estábamos bajo la Vía Láctea, escuchando las relajantes capas de sonido, parecía que el tiempo se había detenido. La combinación del aire del desierto, la energía de la tierra y la música de Conan crearon una experiencia magnífica, mística y profundamente sanadora.
Si te gusta la naturaleza, los baños de sonido o simplemente quieres reconectar contigo mismo en un entorno impresionante, esta es una visita obligada. ¡No puedo recomendarlo lo suficiente!